Todos tenemos un propósito de vida
Don significa regalo, algo divino o lo que viene de Dios; es una habilidad especial innata, un potencial, que nace con la persona. A veces nos cuesta verlo, por eso hay que conocerse bien para descubrirlo. Se trata de aquello precioso, de esa esencia que nos hace ser nosotros mismos. Cada regalo es especial y puede ser trabajado y desarrollado aún más especial y traer resultados impactantes, solo se trata de atreverse e innovar. Podemos tener un don para hacer sonreír a la gente.
Talento es muy parecido al regalo en esencia, es una tendencia o un gusto que se puede desarrollar. Se refiere a las muchísimas horas
de preparación que dedicamos para convertirnos en un maestro o experto. Antiguamente, había un aprendiz de maestro artesano que estudiaba al lado del maestro para desarrollar su talento, sus habilidades. Hoy en día la gran parte de las personas, estudian y dedican mucho esfuerzo para aprender a ser médico, contable, maestro en la Universidad, o fontanero, electricista en la Formación Profesional o porque lo enseñen. El talento depende de tres actitudes a lograr: entrenar mucho, tener disciplina y perseverancia. Esto solo confirma la idea de que “cada talento es 1% de inspiración y 99% de persistencia”.
Vocación es la llamada divina, el propósito divino. Todos tenemos vocación. Somos parte de lo que muchos llaman el orden del Cosmos, otros lo llaman el bordado de Dios. Si nos alejamos de lo que estamos llamados a ser, entonces esa pieza falta en el conjunto, está incompleto. Es posible que aún podamos ver cómo se supone que debe ser ese bordado u obra maestra, pero el agujero todavía está allí, porque vinimos dotados de ese regalo para cumplir con esa misión. A veces es realmente aterrador y desalentador darse cuenta de lo que realmente deben ser nuestros talentos y vocación. Observamos eso y nos da miedo no poder completar ese bordado. Tenemos miedo de que nos llamen y de que no seamos capaces de brillar, de no estar a la altura, de fracasar.
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“Todos tenemos un propósito de vida, un regalo único o un talento especial para dar a los demás. Y cuando combinamos este talento único con el servicio a los demás, experimentamos el éxtasis y la alegría de nuestro propio espíritu, que es el objetivo final de todos los objetivos”.
Deepak Chopra
Cree en ti mism@ y en tu capacidad, cambia tu realidad
El verdadero fracaso ocurre cuando nos alejamos de esa llamada, cuando negamos quienes somos, cuando dejamos pasar la oportunidad porque pensamos que no somos lo suficientemente buenos. Cuando hacemos eso, terminamos viviendo una vida insatisfactoria. Terminamos haciendo un trabajo aburrido y que odiamos. Nos autoconvencemos con cualquier tipo de adicción, sin hacer nada con nuestra vida.
A veces identificar nuestra verdadera vocación nos puede tomar tiempo. Es como elegir un camino para llegar a un destino, pero no estamos segur@s de si es el más acertado, porque desconocemos los obstáculos y no estamos seguros si es a donde queremos llegar.
Para conectar el don, el talento y la vocación hemos de conocernos y realmente sincerarnos con nosotr@s mism@s y ver qué es lo que hace que vibremos. A veces tenemos que retroceder al pasado y entender qué es lo que nos apasionaba. Para explicar mejor los conceptos, un don puede ser hacer reír a las personas y un talento/habilidad puede ser aprender a hablar o actuar en público, esto requiere de nuestro tiempo, pero si logramos conectar ambos es cuando empezamos a brillar y por vocación iremos aplicando ese talento y ese don, se trata de contribuir a este mundo con lo mejor que tenemos y somos.
La vida es como una gran orquesta en la que cada uno tiene que tocar su instrumento específico, al hacer esto daremos lo mejor de nosotros a los demás. Imaginemos que Miguel Angelo o Da Vinci se hubiesen dedicado a otra labor, qué pérdida tan grande hubiera sido para la Humanidad.
Tod@s tenemos el poder de cambiar la realidad, sólo cree en ti mism@ y en tu capacidad.
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